lunes, 23 de junio de 2014

Las Esponjas y Celenterados


Las Esponjas.


Las esponjas (Phylum: Porifera) son animales relativamente simples, considerados primitivos dentro del linaje animal. Se distinguen por tener su cuerpo lleno de poros y canales, y de ahí su nombre científico derivado del latín porus, poros y ferre, llevar, por donde circula una corriente continua de agua. Internamente están formados por conjuntos de células poco organizados que mantienen una actividad celular casi independiente y carecen de órganos especializados. Son de colores sorprendentemente diversos y tienen tamaños muy variados, desde pocos milímetros hasta más de 2 m de altura.


Existen tres grupos (Clases) de esponjas: las esponjas calcáreas (Clase Calcarea) tienen un esqueleto de carbonato de calcio, las esponjas vítreas (Clase Hexactinellida) tienen un esqueleto de sílice y las demosponjas (Clase Demospongiae), que son las más numerosas, también tienen un esqueleto de sílice pero complementado con un entramado de fibras orgánicas llamado “espongina”.


Las esponjas han colonizado todos los ambientes acuáticos, pero son predominantemente marinas y se encuentran en prácticamente todas las profundidades. Las zonas litorales no contaminadas y los arrecifes tropicales son especialmente ricos en especies.


Son animales sésiles, es decir, no se desplazan de un lugar a otro. Aunque algunas esponjas tienen forma de copa la mayoría tiene formas bastante irregulares, creciendo en forma de costras, delgadas o gruesas, sobre superficies duras. Las esponjas que viven en sustratos blandos suelen ser alargadas y se desarrollan verticalmente, evitando así quedar cubiertas por los sedimentos.






La capacidad de regeneración está altamente desarrollada en las esponjas; fragmentos rotos son capaces de juntarse de nuevo, convirtiéndose pronto

en individuos funcionales.


Las esponjas contribuyen al reciclaje de la materia orgánica en los ecosistemas

que habitan, al capturar el alimento que contiene el agua que recorre su cuerpo. Además, muchas esponjas hospedan a otros tipos de organismos (llamados simbiontes) como algas y bacterias. En la mayoría de los arrecifes de coral las esponjas gigantes y sus simbiontes tienen un papel fundamental en la producción

de oxígeno.


Se ha descubierto que algunas esponjas secretan compuestos con una posible utilidad farmacológica, como antibióticos, antiinflamatorios y antitumorales.


Hasta la fecha se han descrito cerca de 9,000 especies en el mundo, de las cuales, la mayor parte habita

en aguas marinas y solo 150 viven en agua dulce (Bergquist, 2001). Actualmente se incluye un catálogo (CAT) que contiene información de las tres clases, 19 órdenes, 58 familias, 122 géneros y 268 nombres de especies válidas y 153 sinónimos de especies.

Celenterados (cnidarios)



Como los Poríferos (esponjas), los Cnidarios son animales con forma de saco, pero a diferencia de éstos, las células de los Cnidarios se han especializado, por lo que disponen ya de células musculares, sensoriales y nerviosas; siendo el primer phylum de la escala zoológica que posee una cavidad gastro-vascular (digestión extracelular), presentan contracciones musculares y tienen, aunque difuso, un sistema nervioso. Por lo tanto son animales invertebrados más complejos que las esponjas.





Los cnidarios están formados por dos capas celulares y disponen de una única abertura que hace las funciones de boca y de ano. Suelen ser carnívoros.

La reproducción es sexual en medusas y ocasionalmente en los pólipos de corales y gorgonias, que también pueden reproducirse asexualmente por gemación.

Todos los miembros del tipo son acuáticos y, en su mayor parte, marinos.
El cuerpo de los celenterados pueden tener dos formas: la de medusa y la de pólipo. Las medusas nadan libremente en el agua, mientras los pólipos pueden adherirse a las superficies.

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